¿QUÉ ES LA DIABETES?
El ser humano necesita glucosa, a través de los nutrientes, como carburante para realizar las actividades diarias. Las células necesitan una “llave” que permita su entrada, dicha llave es la insulina.
En la diabetes tipo 1 (DT1) la insulina es escasa o está ausente, por lo que, al no entrar la glucosa en la célula se pierde por la orina. La solución es aportar insulina de forma externa.
Cuando ocurre por primera vez (debut) o no se sigue el tratamiento aparecen una serie de signos derivados de lo que ocurre:
La pérdida excesiva de orina (poliuria) hace que aumente (como compensación) la sed (polidipsia) y hambre (polifagia) y además se añada el cansancio y el adelgazamiento.
La DT1 se suele producir en niños, adolescentes y adultos jóvenes. su origen es desconocido, pero se cree que tiene una base inmunosupresora (es decir, el sistema de defensa del organismo “ataca” por error a las células precursoras de insulina).
En la diabetes tipo 2(DT2) se sigue secretando insulina, pero se produce un déficit entre lo que necesita el organismo y lo que produce el páncreas. A la glucosa le cuesta más entrar en las células. Es un problema conocido como resistencia a la insulina.
A la diabetes la llamamos enfermedad “silenciosa”, en cuanto a que, no duele. Sin embargo, la falta de control de la enfermedad origina graves problemas cardiacos, ceguera, cerebrovasculares y amputación.
¿Cómo se vive con la diabetes?
Es obvio, cualquier enfermedad modifica el comportamiento de las personas. Dependiendo del grado de dolor o control que se exige al sujeto, el comportamiento cambia.
En la DT1 se necesita un control riguroso de los aportes de hidratos de carbono que se ingieren cada día con objeto de adecuar las dosis de insulina que han de ser administradas. La mayor parte de la educación que se recibe en el diagnóstico se centra en este punto. Así como, otros factores: el ejercicio, el estrés y el descanso que modifican las pautas.
En la DT2 el control no es tan riguroso. La mayoría lleva un control basado en la dieta, ejercicio regular y antidiabéticos orales.
La intervención del profesional de la psicología es necesaria para asegurar la adherencia al tratamiento. En ocasiones, más acusada en los cuidadores que en las personas que la tienen.
Diversos estudios avalan la eficacia de la atención psicológica especialista en Diabetes. Desde la aceptación del diagnóstico a la continuidad en su autocuidado.
Con adultos DT2 el apoyo psicológico busca la continuidad del tratamiento y, sobre todo, saber que no están solos.
